lunes, 12 de julio de 2010

Un tiquete para soñar

 

Aunque vive en Niquía, al salir del trabajo toma siempre en Ayurá el tren en dirección contraria. Al llegar a Itagüí cruza el corredor y espera ansioso el nuevo tren. Psssst, se abren las puertas. Rápidamente gana la carrera por el puesto más deseado: el de la esquina, donde dos pasajeros al frente y a su lado le separan del resto y sin saberlo velan sus sueños de viajes, amores, esperanza, felicidad…  La verdad no le importa dormir porque sabe que el soñar no parará hasta llegar a su destino y mañana soñará una vez más.